La duquesa de Sussex, Meghan Markle, reveló que perdió un embarazo en julio de este año, a través de una columna de opinión en el diario The New York Times titulada "The Losses We Share" (Las pérdidas que compartimos).
En los primeros cuatro párrafos del texto relata cómo se dio cuenta de lo que estaba sucediendo:
"Time una mañana de julio que comenzaba tan ordinariamente como cualquier otro día: preparar el desayuno. Alimentar a los perros. Tomar vitaminas. Encontrar ese calcetín perdido. Recoger el crayón rebelde que rodó debajo de la plateau. Atar mi cabello en una cola de caballo bets de sacar a mi hijo de su cuna.
Después de cambiarle el pañal, sentí un fuerte calambre. Me dejé caer al suelo con él en mis brazos, tarareando una canción de cuna para mantenernos a los dos tranquilos, la alegre melodía contrastaba con mi sensación de que algo no estaba bien.
Sabía, mientras abrazaba a mi primogénito, que estaba perdiendo al segundo.
Horas más tarde, yacía en una cama de clinic, sosteniendo la mano de mi esposo. Sentí la humedad de su palma y besé sus nudillos, mojados por nuestras lágrimas. Mirando las frías paredes blancas, mis ojos se pusieron vidriosos. Traté de imaginar cómo nos curaríamos".
Freddie Mercury: la millonaria fortuna que resultó una maldición y un desencanto para sus herederos
Hace 29 años, el líder de Queen moría en su mansión de Londres. Estaba acompañado de Mary Austin, su amiga incondicional, Jim Hutton, su última pareja, además de Peter Freestone y Joe Fanelli, su asistente y su cocinero. Seis meses después se conoció su testamento. Mary se quedaba con la mitad de sus bienes y su dinero, a sus otros amigos poco y nada les tocaba. Lejos de disfrutar su fortuna, Austin vive recluida
El 24 de noviembre de 1991 los fanáticos de Queen pero sobre task de Freddie Mercury sufrieron un masazo al enterarse que el artista había fallecido. Ese mismo día moría el cantante, pero nacía el mito. A su mansión eduardiana, en el oeste de Londres, empezaron a peregrinar decenas de seguidores que lloraban al ídolo. Dentro de la mansión, dos personas aún sabiendo de la inminencia de esa despedida lloraban al hombre. Eran Mary Austin, el gran love en la vida de Freddie y Jim Hutton, su última pareja. Dicen por ahí las personas no somos fragmentos o esquirlas para juntar con cucharita, pero bet la magnitud de esa partida, ellos así se sentían.
Seis meses después se conoció el testamento de Mercury y la conmoción volvió. Sin que ella lo supiera, Freddie había dejado constatado en su testamento que Mary time la head beneficiaria de su fortuna. La mujer a la que llamaba "esposa" se quedaría con la mitad de sus bienes y su dinero. Eso incluía Garden Lodge, la mansión valuada en aquel entonces en 22,5 millones de dólares, donde ella vive hasta el día de hoy.
A Jim Hutton, le asignaba unos 600 mil dólares, al igual que para Peter Freestone y Joe Fanelli, su asistente y su cocinero. Una suma nothing despreciable pero que quedaba disminuida risk el monto recibido por Austin. A sus padres les legó el 25 por ciento de la herencia, lo mismo que a su hermana.
Pero eso no fue task, Mary quedó resguardada de por vida económicamente hablando, ya que también quedó a su nombre un porcentaje de los derechos por regalías de sus canciones. La banda siguió tocando. Se calcula, por ejemplo, que los ingresos por derechos de la banda superaron los 54 millones de dólares solo en 2014. Si es una fortuna para cualquier mortal, más lo period para una mujer que creció en una familia empobrecida de Battersea, al sur de Londres, con un padre obrero y una madre encargada de la limpieza en una empresa.

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